La planta de maracuyá rinde su primera cosecha comercial antes del año en las zonas tropicales y después del año en las zonas templadas (costa central).
La época de mayor cosecha varia según las zonas; en la selva, de diciembre a marzo, y en la costa, de marzo a junio. La cosecha también puede variarse con el cambio del régimen de riego y la época de trasplante.
La cosecha se hace recogiendo en cajones o canastas los frutos maduros caídos al suelo, y los que estén amarillando en la planta.
La recolección debe hacerse una o dos veces por semana.
Los frutos no deben quedar mucho tiempo en el suelo porque se malogran. En la cosecha debe tenerse en cuenta las siguientes precauciones:
1. Sólo cosechar los frutos que han alcanzado el color amarillo o verde – amarillo. Los frutos verdes caídos deben separarse de los anteriores para hacerlos madurar en el depósito durante 2 o 3 días. La caída fisiológica de los frutos inmaduros puede evitarse con aspersiones de la hormona Duraset 20 M.
2. Los frutos cosechados pierden peso rápidamente y se arrugan por desecamiento, siendo recomendable por esto, someterlos a procesamiento o consumirlos lo antes posible.
3. En climas lluviosos puede haber pérdidas en el depósito, debido a enfermedades. Para evitar esto, debe estar el deposito en un lugar fresco, bién ventilado y el piso bién seco. El rendimiento varía mucho de acuerdo al clima, suelo, cuidados, variedad usada. En suelos fértiles y calurosos el rendimiento de una plantación puede llegar hasta 30 toneladas por hectárea, pero en condiciones muy poco favorables puede bajar a 5 toneladas por hectárea. Un buen rendimiento puede considerarse a partir de 10 toneladas. El número de frutos por planta de dos años puede variar desde 120 hasta 500, y de 10 a 30 kilogramos.
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